miércoles, 26 de marzo de 2014

ELSA SCHIAPARELLI


      

Elsa Schiaparelli

Nació en Roma 1890       Muere en París 1973

E
lsa Schiaparelli se casó de negro. Este dato no resulta baladí, por el contrario, pone de manifiesto el carácter, el genio y el atrevimiento de Madame Schiaparelli. Nacida en Roma en 1890, de padre astrónomo y madre aristócrata, se puede trazar una línea imaginaria entre su infancia y su adolescencia y el nacimiento de la moda tal y como la conocemos.

Cuando Elsa tenía dos años, se ponía a la venta el primer número de Vogue USA y siendo ella una jovencita, Coco Chanel abrió su primer salón en París. Su trabajo se enmarca en la opresiva y sexista sociedad de entreguerras, la vida -su personaje es de una relevancia social comparable a la de artistas como Dalí o Picasso- y el trabajo de Schiaparelli han contribuido al avance social y profesional de la mujer moderna y a cambiar la concepción de la moda que pasa a ser entendida como una obra de arte.

A los 22 años se trasladó a Londres. Allí conoció a Wilhelm Wendt de Kerlor, con el que se casó 24 horas después de su primer encuentro. Ambos se embarcaron con destino a los EE. UU., pero las infidelidades de él hicieron que el matrimonio naufragara. Tras pasar una temporada en Norteamérica, se trasladó a París donde entró en contacto con los círculos vanguardistas de la ciudad. Asentada y bien posicionada socialmente, Elsa decidió lanzarse a la aventura de levantar su propia marca con la que alcanza un éxito inaudito y gracias a la cual se convierte en un emblema.

           


Con el estallido de la II Guerra Mundial, Schiaparelli se exilia a Nueva York donde permanece hasta que acaba la toma de París por parte de los alemanes. Regresa a la Ciudad de la Luz pero la contienda ha reformulado los códigos de la moda y de la industria, algo que perjudica a la carrera de la italiana. Schiaparelli cierra el 3 de diciembre de 1954. Elsa muere en 1973 a los 83 años de edad.
Influida por los movimientos futuristas italianos y por los cubistas y fauvistas parisinos, sus creaciones, de marcado carácter surrealista, compitieron en fama y en relevancia histórica con las de la mismísima Gabrielle Chanel. A Schiaparelli le debemos, entre otras cosas, la invención de los desfiles modernos concebidos como un espectáculo, “el uso del rayón y su mezcla con tejidos nobles, el primer tejido elástico de rayón y látex, la creación de terciopelos transparentes e impermeables, y la utilización textil de láminas de celofán”.